Muchas veces queremos tener el dormitorio soñado, de revistas y no sabemos cómo lograrlo. Aquí te presentamos algunos tips que ayudarán a que con poco dinero y buen gusto, puedas vestir tu cuarto.
Para ello, debemos aprovechar y evaluar aspectos como:
Como elegir la ropa de cama?: Nos pasa seguido que elegimos por color o estampado. Llegamos a casa… y el acolchado no cubre la totalidad de la cama o la sabana ajustable se zafa de las esquinas.
En la mayoría de los casos ocurre, que en realidad desconocemos el tamaño de nuestras camas y la oferta de medidas es más amplia de lo que esperábamos. El ancho de los colchones varía de 1,40 mts (el tradicional 2 plazas) hasta 2 metros; y las alturas desde 18cm hasta 40 cm!
Tip sencillo, tome las medidas antes de salir de su hogar.
Definir un estilo: Cual es el clásico error: enamorarse de objetos, los cuales luego son imposibles de integrar. Tener claro qué estilo queremos conseguir es clave. Y nos va servir como guía en todo el proceso.
Para el estilo clásico, los colores ideales son los claros o terracotas: crema, cakis, blanco o rojizos. En textiles: géneros bien suaves como la seda, el chenille o el terciopelo.
El estilo minimalista funciona bajo la premisa del menos es más. Poco elementos pero de calidad. Lo ideal: seleccionar un color central- más bien neutro- y acentos que pueden ir desde los grises oscuros hasta los colores más estridentes -como el naranja, amarillo o agua marina-. Los acentos los podemos generar con almohadones, cortinas y pie de cama. Esto nos permite seguir las nuevas tendencias en color sin tener que renovar el juego completo de nuestra cama.
Aproveche la versatilidad de las fundas nórdicas –verano solo la funda, en invierno con su relleno-.
Definir un color: La combinación de colores permite en una forma muy sencilla integrar los espacios del dormitorio y regular la sensación de la dimensión: más amplio cuando carecemos de espacio; más cogedor cuando es muy grande.
Aquí les detallamos combinaciones clásicas y las últimas tendencias:
- Blanco y acentos: El blanco es elegante y fresco. Cuando aparece con sutiles variaciones de tonalidad o de textura, se evita la monotonía y se adapta muy bien a todos los estilos. Adecuado para ambientes pequeños o que tienen paredes de color oscuro- aporta gran luminosidad-.
- Rayas y flores: dan mucho juego en la decoración. Las rayas en las paredes dan sensación de altura. En la cama, ayudan a que el espacio para dormir parezca más amplio. Las flores dan frescura y en tonos pasteles o naturales vigorizan el ambiente. Pueden ser utilizados en los accesorios de dormitorio o bien en los covers, aportando un estilo más clásico.
- Azul mediterráneo: En sus tonalidades más claras, transmite serenidad y sensación de tranquilidad. Va perfecto con textiles y maderas bien claras o blancas. Son un acento ideal que nunca pasa de moda.
- Patchwork o estampados búlgaro: tonalidades bien coloridas, con estampados que van desde las gamas de los pasteles hasta la luminosidad de los naranjas o violetas. Ideal para levantar ambientes blancos o neutros. Pueden combinarse muy bien con fundas y almohadones lisos dentro de la paleta seleccionada.
- Vitalidad en nuestro cuarto: El color de la temporada es el naranja, llenan de energía y entusiasmo hasta tonos más opacos que traen de inmediato calidez y confort. }
Capas: El éxito de las ambientaciones radica en el correcto uso de “capas” en una cama. Incorporar almohadones, banquetas al final de la cama y pies de camas; constituyen algunos secretos que hacen la diferencia.
Tip: Genere una capa adicional al hacer visible la sabana en la cabecera sobre el acolchado.
Sigue estos simples pasos y transforma tus espacios en esas habitaciones que siempre soñaste
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.